Para los asesores
Es probable que los sobrevivientes que buscan su apoyo no hayan tomado esta decisión fácilmente. Pueden sentirse impotentes por falta de conocimiento de sus derechos, opciones y recursos, o simplemente abrumados por la experiencia que han vivido. A menudo es necesario obtener ayuda de alguien familiarizado con los sistemas y recursos. Un asesor puede proporcionar esa ayuda.
La asesoría es un término y un proceso tomados del modelo jurídico. Se define como «el que defiende o apoya la causa de otro», como en la abogacía individual, o «el que argumenta, defiende, mantiene o recomienda una causa o propuesta», como en el caso de la abogacía política.
Ser asesor no es lo mismo que ser consejero o terapeuta. Los asesores proporcionan información y apoyo para que los sobrevivientes puedan acceder a recursos y sistemas que les ayuden en su proceso de curación. Los asesores reciben formación especializada, pero no son necesariamente especialistas en salud mental. El papel de un consejero o terapeuta es ayudar al cliente, o en este caso al sobreviviente, a procesar su trauma; esto puede ser muy importante para muchos sobrevivientes durante su proceso de curación.
Tu papel como asesor es proporcionar apoyo emocional en el momento, psicoeducación y referencias apropiadas. Su papel como asesor no es proporcionar terapia ni hacer que alguien procese completamente su trauma con usted, ya que esto podría dejar a la persona en un estado vulnerable.
Para obtener más información sobre el lenguaje que se sugiere utilizar, sugerencias de redacción y formulación de preguntas, consulte la Guía de formación de la línea de crisis y asistencia en casos de agresión sexual de la Coalición de Colorado contra la Agresión Sexual (CCASA).
Para las autoridades policiales y judiciales
En la vida de todos nosotros hay momentos en los que nos enfrentamos a un problema que parece demasiado difícil para afrontarlo solos. Podemos sentirnos impotentes por falta de conocimiento de nuestros derechos, opciones y recursos, o simplemente abrumados emocionalmente por la experiencia vivida.
Como agente de las fuerzas de seguridad (con la ayuda de los asesores de víctimas de su organismo o de su comunidad), puede aportar información sobre algunos de los complicados procesos que conlleva la denuncia de una agresión sexual a la policía. Los sobrevivientes necesitan el apoyo de alguien que conozca y tenga autoridad dentro del sistema. Tu apoyo puede ser fundamental para los sobrevivientes.
Los sobrevivientes que solicitan un examen médico forense pueden estar en crisis y/o sentir todavía los efectos de su trauma.
Cuando hagas preguntas, explica por qué las haces. Por ejemplo, explique la razón por la que pregunta sobre el consumo de alcohol. Este tipo de preguntas son importantes, pero hay que minimizar la posibilidad de que el sobreviviente sienta que le estás culpando por beber.
Para obtener más información sobre el lenguaje que se sugiere utilizar, sugerencias de redacción y técnicas de entrevista informadas sobre el trauma, visite la biblioteca de recursos de Ending Violence Against Women International y/o la biblioteca de recursos de la International Association of Chiefs of Police Response to Violence Against Women, donde encontrará abundante información destinada a ayudar a las fuerzas del orden en su trabajo con los sobrevivientes de agresiones sexuales.
Resulta útil utilizar un proceso de manejo de crisis cuando se interactúa con un sobreviviente. Un proceso de manejo de crisis puede incluir algunos de los siguientes elementos:
Entablar una buena relación y trabajar para desarrollarla
Identificar el problema que debe tratarse
Proceso y resolución de problemas
Recursos y referencias
Resumir y concluir
Establecer una buena relación es fundamental para crear una relación de apoyo sólida, productiva y basada en la confianza:
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- Ofrezca validación y consuelo
- Use los pronombres y el nombre correctos del sobreviviente
- Utilice los pronombres y el nombre correctos del sobreviviente
- Hable con voz calmada
- Acepta el silencio. La comunicación incluye permitir silencios y/o pausas largas. A menudo, los sobrevivientes necesitan tiempo para pensar, reflexionar, recuperar la calma o simplemente ponerse en contacto con sus sentimientos. Es posible que el asesor deba aclararlo con frases como: «Está bien que no hables. Tómate tu tiempo».
- Haz saber al sobreviviente que no pasa nada si va despacio, si llora, si se repite, etc.
- Haga preguntas abiertas
También puedes utilizar » abre-puertas» cuando estés estableciendo la relación o si la interacción se siente «atascada» más tarde. Son invitaciones para que el sobreviviente hable o diga algo más:
- «Si quieres hablar, aquí estoy».
- «Me gustaría saber lo que eres capaz de contar».
- «Me gustaría mucho escuchar lo que piensas y te interesa compartir».
- «¿Cómo te sentirías hablando de eso?»
- «Parece que tienes algunos sentimientos/pensamientos sobre esto».
- «¿Qué te parece eso?»